En este artículo exploraremos en profundidad el significado del refrán, sus orígenes, interpretaciones modernas, ejemplos prácticos, representaciones gráficas o dibujos, así como su utilidad en la vida cotidiana, la educación y hasta en la comunicación digital.
¿Qué significa el refrán “A palabras necias, oídos sordos”?
El refrán “A palabras necias, oídos sordos” significa que no debemos dar importancia a comentarios hirientes, absurdos o vacíos. Es una invitación a ignorar aquello que no construye ni aporta valor a nuestra vida.
“Palabras necias”: son aquellas expresiones ofensivas, carentes de fundamento, insultos o críticas destructivas.
“Oídos sordos”: simbolizan la actitud de quien decide no escuchar, de quien elige no dejarse afectar.
👉 En resumen: el refrán aconseja no perder energía respondiendo a lo negativo.
¿Qué significa “las palabras necias caen en oídos sordos”?
Esta variación transmite la misma idea: las ofensas o comentarios inútiles se desvanecen cuando encuentran a una persona que no les presta atención.
Un ejemplo práctico:
Si un estudiante recibe burlas sobre su forma de hablar y en lugar de discutir, se concentra en mejorar sus habilidades, está aplicando “las palabras necias caen en oídos sordos”.
Es una filosofía de autocontrol emocional: no alimentar la ofensa con una respuesta.
¿Qué significa la palabra “necio oído sordo”?
Cuando unimos los conceptos de necio y oído sordo, encontramos un matiz interesante. Ser “necio” significa terco o carente de juicio; en cambio, hacer “oídos sordos” no implica necedad, sino sabiduría.
El contraste nos enseña que la necedad está en quien ofende, no en quien decide no escuchar. De hecho, practicar “oídos sordos” es un signo de inteligencia emocional y madurez.
¿Qué significa “a oídos necios palabras sordas”?
Esta variante menos común del refrán plantea otra visión: a quienes no quieren razonar ni escuchar, no vale la pena hablarles con argumentos lógicos.
Ejemplo:
Intentar explicar a alguien intolerante el valor del respeto puede ser inútil si esa persona se niega a escuchar. En ese caso, se aplica: “a oídos necios, palabras sordas”.
Origen del refrán: sabiduría popular y herencia cultural
Aunque no se conoce un origen exacto, el refrán forma parte de la sabiduría popular española transmitida durante siglos en la tradición oral. Como otros refranes, busca enseñar una lección práctica y universal.
Existen paralelismos en otras culturas:
En inglés: “Sticks and stones may break my bones, but words will never hurt me”.
En latín: “Verba volant, scripta manent” (las palabras vuelan, lo escrito permanece).
Esto demuestra que la actitud de ignorar lo negativo es un consejo universal.
Dibujo del refrán “A palabras necias, oídos sordos”
El recurso visual es muy útil para comprender refranes. Un dibujo típico que represente este dicho puede mostrar:
Una persona caminando tranquila mientras globos de texto con insultos flotan alrededor.
El personaje lleva auriculares o una expresión de calma, simbolizando que no escucha lo negativo.
Los colores pueden ser contrastantes: tonos grises para las “palabras necias” y colores vivos para el personaje que ignora.
Este tipo de dibujo educativo ayuda a estudiantes y niños a entender de manera gráfica lo que significa ignorar lo inútil.
Aplicaciones en la vida diaria
El refrán no es solo teoría; es una herramienta práctica para distintas situaciones:
1. En la escuela
Cuando un alumno recibe burlas, puede aprender que la mejor respuesta es no reaccionar. Esto reduce el poder del agresor y fortalece la autoestima.
2. En la familia
En discusiones familiares, muchas veces surgen comentarios impulsivos. Aplicar el refrán evita conflictos mayores y ayuda a mantener la armonía.
3. En el trabajo
Las críticas sin fundamento en el entorno laboral pueden desestabilizar. Hacer “oídos sordos” permite concentrarse en los resultados.
4. En redes sociales
Los comentarios negativos abundan en plataformas digitales. El refrán es un recordatorio para no caer en provocaciones y mantener la calma.
Ejemplos prácticos del refrán
Caso personal: Un estudiante recibe un comentario: “Nunca vas a aprender matemáticas”. Elige no responder y sigue estudiando. Resultado: mejores notas y más confianza.
Caso laboral: Un trabajador escucha: “Ese proyecto es un fracaso seguro”. Decide no escuchar y entrega un trabajo exitoso.
Caso social: Una persona recibe críticas por su estilo de vestir. Aplica el refrán y sigue con su estilo, demostrando autenticidad.
Beneficios de aplicar “A palabras necias, oídos sordos”
Protección emocional: evita el desgaste innecesario.
Fortalecimiento de la autoestima: reafirma la propia identidad.
Mejora en la comunicación: reduce discusiones improductivas.
Estrategia de resiliencia: convierte las ofensas en motivación.
¿Cómo enseñar este refrán a los niños?
En el ámbito educativo, este refrán es ideal para inculcar valores de respeto y autocontrol. Algunas estrategias:
Cuentos y fábulas donde un personaje ignora insultos.
Dibujos y cómics que representen la escena del refrán.
Juegos de roles en el aula para practicar cómo reaccionar.
Relación con la inteligencia emocional
El refrán se vincula con competencias clave de la inteligencia emocional:
Autocontrol: no reaccionar de manera impulsiva.
Empatía: comprender que quien insulta suele proyectar sus propios problemas.
Resiliencia: usar las críticas como motivación.
Comparación con otros refranes similares
“No ofende quien quiere, sino quien puede” → enseña que las ofensas solo dañan si les damos importancia.
“A río revuelto, ganancia de pescadores” → advierte sobre no caer en provocaciones.
“El que calla, otorga” → aunque diferente, también toca el tema del silencio como respuesta.
Tabla comparativa de variaciones
Versión del refrán | Significado |
---|---|
A palabras necias, oídos sordos | Ignorar ofensas y críticas vacías |
Las palabras necias caen en oídos sordos | Las ofensas pierden fuerza si no se escuchan |
A oídos necios palabras sordas | Hablar a quien no quiere razonar es inútil |
Citas y reflexiones
“No puedes controlar lo que otros dicen, pero sí lo que decides escuchar.”
“La indiferencia es la mejor respuesta al desprecio.”
“Quien ignora la ofensa, evita la herida.”
Conclusión
El refrán “A palabras necias, oídos sordos” no es solo una frase tradicional, sino una herramienta de vida. Nos invita a elegir qué escuchar y qué ignorar, fortaleciendo nuestra paz interior y resiliencia.
Ya sea con palabras, dibujos o ejemplos, este refrán nos recuerda que la sabiduría no está en discutir con lo necio, sino en avanzar con serenidad.

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